Los trastornos de ansiedad y del humor son unas de las patologías más frecuentes en la infancia y la adolescencia, presentando una alta tasa de prevalencia que limitan la adaptación personal, familiar, escolar y social de los niños y tienen un alto valor predictivo de trastorno de ansiedad y depresión en la vida adulta.
Como síntomas de alerta cabe destacar inquietud motriz, pérdida de apetito, trastorno del sueño, humor triste, dolores abdominales, dolores de cabeza, molestias inespecíficas, disminución de la capacidad de concentración, baja autoestima, ideas de muerte y de suicidio…